De forma casi imperceptible han empezado a salir
telarañas en las fotocopiadoras, el papel se va descomponiendo encima de la
moqueta y el polvo empieza a cubrir los monitores y las torres excesivas de los
ordenadores. Al mismo tiempo y con un dispositivo bajo el brazo o en la muñeca
van llegando los nuevos profesionales del siglo 21. Los knowmads.
Conocimiento autónomo en movimiento
Todo nuevo fenómeno que asome por la sopa de bits
tiene su anglicismo correspondiente: knowmad. Así llama Moravec, el
acuñador del término, a esos profesionales que son capaces de introducir innovación
y conocimiento en los procesos porque no temen al fracaso, se
ayudan con destreza de las novedades en tecnología, aprenden haciendo y
lo hacen desde cualquier sitio, en cualquier momento y en colaboración. Como
nómadas. Aprenden y, lo que es más importante quizá, desaprenden
deshaciéndose de prejuicios para analizar con mirada nueva y desde
perspectivas distintas los procesos, problemas y retos. Se encuentran en un
aprendizaje continuo y en constante actualización de conocimientos.
Viejos perfiles, nuevas carencias
El ser humano tiene una memoria mala o por lo
menos una memoria que no puede competir ni siquiera con la del móvil que llevas
en el bolsillo. Esta no es una competencia de la que se pueda presumir, ni
tampoco parece vital en una sociedad como la que está formándose frente a
nuestros ojos. Según los creadores de esta corriente, la obsesión por la
ejercitación de la memoria es el ejemplo de un sistema educativo que ya no está
en consonancia con las necesidades de los entornos complejos, y de
apremiante y continua innovación en los que se empieza a trabajar de
forma generalizada.
En cambio sí que tenemos una gran capacidad de
aprendizaje y de adaptación a los cambios, aderezado con unos altos niveles de
autonomía. El mundo en el que vivimos cada vez necesita menos conocimientos
estancos y parciales, mientras que la demanda de habilidades multiperfil
híbridas y con capacidad para poner en contexto esos conocimientos y en
relación con otros, aumenta a la velocidad de actualización de apps.
El hábitat del knowmad
¨…Por otro, lado las empresas necesitan
cada vez más personas con este perfil para mejorar su competitividad ¨ así de contundente se muestra nuestro
director Técnico Dº Rafael Nieto
Fernández. Personal motivado que se desarrolla y amplía sus
conocimientos con libertad de cátedra (wiki por aquí, blog por allá, tutorial
por acullá) en ámbitos cercanos a sus intereses. Por lo que la apuesta por la
transformación debe ser clara por parte de las organizaciones que quieran
incorporar este gran potenciador de competencias para crear un hábitat donde
los knowmads quieran desplegar su talento. Un entorno abierto y
colaborativo, horizontal, ausente de jerarquías, interconectado pero con gran
autonomía.
Las salas de reuniones y los despachos van
desapareciendo como lo hicieron las smoking-room. Las oficinas, tal y
como las conocemos ahora, empiezan a marchitarse y con ellas las formas de
trabajar que las habitan. Estamos a tiempo, ser knowmad no tiene edad,
así que mete
tus destrezas en la mochila y sal de viaje por el ciberespacio.
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