Los vecinos
de Somosaguas Centro siguen en pie de guerra y, de momento, se atribuyen
la victoria de la primera batalla. Las obras que hace tres meses comenzaron
en la parcela de la urbanización del municipio con más renta per cápita de
España, Pozuelo de Alarcón, destinadas a la construcción de una clínica
sanitaria y un módulo complementario de restauración que pretende albergar un McDonald's,
han sido paralizadas. El Ayuntamiento, dirigido por la popular Susana
Pérez Quislant, matiza: "Se han frenado de forma cautelar hasta que
se resuelva el recurso presentado por los vecinos, como en cualquier
procedimiento de este tipo".
Pero los
propietarios de los chalets situados en la parcela de la discordia empiezan a
saborear el principio del éxito al ver que, como mínimo, la construcción del
restaurante de comida rápida no sigue avanzando tras semanas de manifestaciones y quejas al Consistorio. En la
otra cara de la moneda se encuentra Invertradis S.L., la sociedad que compró el
terreno y que asegura a este diario "no comprender la suspensión de la
obra al no haber motivos técnicos ni jurídicos", ya que por ahora
lo que se está levantando únicamente es el edificio de la policlínica.
El pasado
viernes, la Policía Municipal solicitaba a la promotora que detuviera los
trabajos en el terreno situado en la esquina de las calles Sotavento y Proa de
la colonia. La petición era en realidad un informe emitido por el área
de Urbanismo del Ayuntamiento de Pozuelo, que fue firmado en ausencia del
gerente titular, Virgilio Martínez Minguito, al encontrarse de vacaciones, y
que alegaba un solo argumento para la suspensión de las obras: "la
posibilidad de que se haya concedido erróneamente la licencia". Los
propietarios de Invertradis, que han accedido al estado del expediente,
insisten en que "no se explica en qué consisten esos posibles
errores" y que lo único que esperan es que "haya una solución cuanto
antes". Pese a todo, Invertradis, que ha mantenido conversaciones con
McDonald's, "no descarta interponer acciones civiles y penales"
por los "daños ocasionados tan enormes".
El
Consistorio del PP explica que lo "natural" en este tipo de
procedimientos cuando existe un recurso por parte de una de las partes
afectadas -en este caso, los vecinos de Somosaguas- es paralizar
provisionalmente las obras y evitar mayores perjuicios. La resolución del
recurso será lo que determine si se retoman las tareas o se suspenden
definitivamente. Aunque no es lo único por resolver. El Ayuntamiento deberá
también pronunciarse sobre el argumento alegado en su informe, en el que
reconoce dudas acerca de la concesión de la licencia de obra. "La
Administración a veces puede rectificar si es necesario", explican fuentes
internas del Consistorio.
En todo
caso, la promotora admite sentirse "indenfensa" y
"decepcionada" desde el pasado viernes. "Lo que no entendemos es
por qué esperan a paralizarlas ahora, que llevamos nueve meses con la licencia
y tres con las obras". Los dueños de Invertradis consideran que lo
"lógico" habría sido actuar en el momento en el que los vecinos
dieron a conocer sus alegaciones, y van más allá. Según dicen, el
Ayuntamiento está incluso "dando más" de lo que solicitaban los
propietarios de Somosaguas Centro, cuya queja se ceñía exclusivamente a la
construcción del McDonald's y no de la clínica, "y aun así han suspendido
todas las obras", se quejan.
De hecho,
entre los argumentos que expresaban los vecinos en su
escrito, destacaba el hecho de que el módulo B destinado a dar un servicio
de restauración a la clínica -que es en teoría la actividad principal- fuera un
restaurante de comida rápida que incumpliría los horarios del centro
sanitario al excederlos por la noche y los fines de semana. Además, los
propietarios de Somosaguas, que se manifestaron en varias ocasiones requiriendo
incluso la presencia de la Policía Nacional, aseguraban no comprender por qué
permitían incluir un McDonald's en la zona de “cafetería de la clínica”, cuando
a 200 metros de la parcela en litigio hay ubicado un centro comercial que
cuenta con varios establecimientos vacíos, “construido para dar cabida a las
necesidades de ocio de la zona”.
Otra de las
denuncias más contundentes expresadas por los residentes era la devaluación
de las viviendas que, a su juicio, conllevaría tener a escasos metros un
local del gigante americano de las hamburguesas. Según explicó el presidente de
la Asociación de vecinos, Gonzalo Guitián, un vecino que tenía puesta su casa
en venta y había llegado a un preacuerdo con un interesado, vio frustrada la
operación cuando los futuros inquilinos conocieron la noticia de la llegada del
McDonald's. “Salieron corriendo”, explicaba Guitián a nuestro Director Técnico Dº Rafael Nieto
Fernández. De momento, McDonald's no ha llegado a Somosaguas.