Aquí os dejamos una breve píldora de lo que es y que significa una auditoria energética:
La auditoria energética es una herramienta que se emplea para conocer y mejorar el estado energético de un lugar o un proceso. Permite a un centro conocer la situación energética en la cual se encuentra y compararla con la de otros centros de su mismo sector.
Aunque existen varias formas de llevar a cabo una auditoría energética, en principio puede resumirse en 3 etapas:
- Obtener un conocimiento fiable del consumo energético y su coste asociado,
- Identificar y caracterizar los factores que afectan al consumo de energía y
- Detectar y evaluar las distintas oportunidades de ahorro, mejora de la eficiencia energética y diversificación de energía y su repercusión en coste energético y de mantenimiento, así como otros beneficios y costes asociados.
Un auditor energético es la persona que lleva a cabo la auditoría energética.
Para llevar a cabo una auditoría energética es necesario especificar el ámbito en el que va a llevarse a cabo, el alcance que tendrá, la profundidad con la cual se desea realizar y la temporalidad y época en la que se hará la auditoría.
Dos normas muy conocidas para llevar a cabo auditorías energéticas son la Norma UNE 216.501 para Auditorías Energéticas, y la norma ISO 50.001 en Sistemas de Gestión Energética, esta última se encuentra basada en el ciclo de mejora continua Planificar – Hacer – Verificar – Actuar e incorpora la gestión de la energía a las prácticas habituales de la organización.
Ciclo de mejora contínua
Un centro puede realizar diferentes tipos de auditoría según los objetivos que quiera cubrir y los medios y recursos que tenga a su disposición. Algunos de estos tipos de auditoría son:
- Auditoría energética básica: Consiste realmente en una fase previa a la auditoría real. Su objetivo principal es verificar la conveniencia de hacer una auditoría energética, su alcance y profundización.
- Auditoría energética global: Este tipo de auditoría tiene como objetivo establecer la relación existente entre las fuentes energéticas, los usos energéticos y los procesos productivos. La idea de este tipo de auditoría es construir un mapa energético del centro que está analizándose.
- Auditoría energética parcial: Sólo trabaja el consumo energético de una parte del centro, o se enfoca en un tipo particular de energía. Es común realizar este tipo de auditoría como seguimiento a una auditoría global en la cual se han determinado cuales son los principales puntos de consumo energético del centro.
- Auditoría energética de mantenimiento: Analiza las tareas de mantenimiento únicamente desde el punto de vista energético, evaluando cómo afectan estas tareas de mantenimiento el rendimiento energético del centro.
- Auditoría energética de seguimiento: Al finalizar una auditoría energética se tienen un conjunto de propuestas de mejora y las inversiones y rentabilidades asociadas a ellas. La auditoría de seguimiento es la herramienta con la cual se miden los resultados de la aplicación de las mejoras propuestas.
- Auditoría energética de nuevo proyecto: Analiza desde el punto de vista energético un proyecto antes de que este se lleve a cabo. Permitiendo que el proyecto de inicio ya con las mejoras energéticas convenientes para su óptimo funcionamiento, tomando en cuenta la inversión y rentabilidad del proyecto.
La definición del tipo de auditoría a realizar y la planeación del circuito de auditoría son fundamentales para un buen resultado. Las fases siguientes (de desarrollo y final) completan el proceso de mejora energética de un centro.
Etapas de un proceso de mejora energética
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