“A los ciudadanos
no se les puede hablar de emisiones de CO2, hay que hacerlo en términos de ahorro económico”. Así de contundente se manifestaba Rafael Nieto, Director Técnico de Grupo ByR, ante el fracaso que ha
supuesto en España la implantación de la certificación energética.
Es decir, con
toda probabilidad, una familia no entiende qué significa que su vivienda, de 100
metros cuadrados y con una calificación G, emita 1,75 kgCO2/m2
al año o 0,06 si tiene una letra A. Pero, con total seguridad, sí entenderá que
su vivienda de 100 metros cuadrados y una calificación G gasta al año 2.087 euros
en calefacción, refrigeración y agua caliente y apenas 390 con una letra B, según
datos propios, datos que se han obtenido a partir de una muestra de 5.000 inmuebles
repartidos por toda España.
Fuente:
Ecobservatorio.com
Según
nuestros datos, si los npropietarios de las viviendas siguieran las recomendaciones que los técnicos
indican en los certificados energéticos, lograrían que esa vivienda
gastase, de media, 430 euros menos al año. "Los certificados energéticos practicados
hasta la fecha en miles de inmuebles revelan que se puede reducir en un 50% el gasto
en calefacción, refrigeración y agua caliente".
"La diferencia entre alquilar o comprar una vivienda con calificación energética de consumo G
y otra con calificación B se estima en 1.697 euros al año. Tan sólo entre calificaciones
más cercanas como la D y la F hay ya una diferencia anual de 779 euros. Esto nos
da una idea de lo importante que puede ser tener en cuenta el certificado energético de una vivienda a la hora de
elegirla, ya sea para compra o alquiler".
Aunque en un
entorno de crisis como el actual y una fuerte tasa de desempleo, son muchos los
ciudadanos que no se plantean este tipo de reformas, pero lo cierto es que la inversión
se vería rentabilizada en unos años.
Imaginemos una vivienda con una calificación energética E, la más
habitual en España y que tiene un gasto medio estimado de 1.010 euros al año en
calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. En un 42% de los casos y adoptando
las medidas propuestas por el técnico en el certificado energético,
podría pasar a tener una calificación D, es decir, mejorar dos escalones su eficiencia energética.
Para una vivienda de 100 metros cuadrados, esta mejora se traduciría en un ahorro
anual de unos 375 euros (ya que pasaría de gastar 1.010 euros anuales a 635). En
un 17% de los casos, esa vivienda E podría conseguir una letra C (534 euros de ahorro
al año). En los casos en los que se transformase en una B, este se ampliaría a 620
euros.
Más
llamativo es el ahorro, si cabe, en el potencial de mejora para las viviendas con
calificación G, la más baja. El 63,4% de estas viviendas podrían alcanzar una calificación
E y ahorrar un 51,6% año, si llevasen a cabo lasreformas recomendadas por el técnico certificador.
Pasarían de gastar 2.087 euros anuales a 1.010, es decir, casi 1.000 euros menos
cada año.
¿Qué mejoras realizar?
Pensamos
que lo mejor es que se pongan en contacto con nosotros directamente a través
del formulario de contacto de nuestra página web, y nuestro departamento técnico
le atenderá: www.estudioarquitecturagrupobyr.es
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